Desde Abí hasta Zilpá Muchos de los nombres propios por los cuales se conoce hoy a las personas datan del temprano crepúsculo de la historia de la humanidad cuando el hombre aprendió a distinguir a sus semejantes mediante estos. Una gran cantidad de nuestros nombres, especialmente los apellidos, son los que tenían los personajes bíblicos. Por otro lado, los judíos de la antigüedad le concedían un significado especial a sus nombres,
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